70 puestos de auténtica artesanía en calles decoradas y caracterizadas para la ocasión deleitaron a los miles de visitantes de todas las nacionalidades que pasearon por el casco antiguo de La Nucía disfrutando de la magia, artesanía, música, diversión y juegos para niños.
Hubo varios artesanos trabajando cara al público: encuadernador libros en tiempos medievales, camisetas pintadas a mano y bolsos de tela, nudos celtas, trabajadores del cuero y artesanos que convertían cuernos y huesos en verdaderas piezas de arte. Tampoco faltaronn tabernas, la jaima árabe y los puestos de embutidos, quesos y dulces, ofreciendo comida y bebida tradicional en un entorno histórico.
Cuatro trovadores animaron el mercado con su música antigua y alegre. Hubo espectáculos de malabarismo en zancos, faquir, contorsionismo y fuego. Personajes medievales desde nobles a mendigos, pasando por soldados, magos y cuentacuentos recorrerán el Mercado Medieval. Para los más pequeños hubo un tío vivo, una noria y ponis. Así como una ludoteca donde poner a prueba su destreza en los juegos tradicionales de mesa. En la plaça triunfó el Mago Merlín con sus trucos imposibles cautivó a niños y mayores con sus espectáculos diarios.